El juego es una práctica de entretenimiento para millones de personas en el mundo y para un porcentaje de la población que juega, es un grave problema que afecta su vida en todos sus aspectos. Ponemos a su alcance consejos y recomendaciones para que pueda llevar a cabo esta actividad haciéndolo de manera segura, responsable y sana.
El juego responsable consiste en hacer elecciones racionales, sensatas y reflexivas de las opciones de juego llevándolo a cabo dentro de los parámetros del ocio y entretenimiento, evitando que el mismo se convierta en un problema. Implica una decisión informada y educada por parte de los consumidores con el único objetivo de lograr entretenerse.
El jugador responsable es aquel que utiliza el juego dentro de los límites del ocio y entretenimiento partiendo del conocimiento de su situación y circunstancias personales y que logra tomar en todo momento decisiones racionales, sensatas y reflexivas basadas en el conocimiento del juego que practica.
Para jugar responsablemente es necesario jugar exclusivamente por entretenimiento y no por el mero hecho de ganar. Es importante conocer las reglas del juego porque de esta forma se podrán comprender mejor los riesgos que esta práctica conlleva. Se debe ser consciente que perder forma parte del juego y que existen las mismas probabilidades de ganar como de perder. También se deben fijar límites tanto de tiempo como económicos y evitar jugar más de lo que está dentro de las posibilidades de cada uno.
Existen diferentes medios para saber o reconocer si un jugador tiene problemas con el juego. La manera más sencilla, asequible y anónima es la realización de un test de autoevaluación de los problemas de adicción.
El juego problemático es un comportamiento relacionado con el juego que causa trastornos en cualquiera de las áreas principales de la vida de los individuos: psicológica, física, social, vocacional. Se caracteriza por las dificultades en la limitación del dinero y/o tiempo de permanencia en el juego dando origen a consecuencias negativas y dañinas para el jugador, su familia y la comunidad. Es necesario saber y recordar que el problema del juego no se limita a la pérdida de dinero solamente sino que afecta la vida de las personas ocasionándoles daños irreparables en la salud, relaciones familiares, sociales y laborales.
El juego patológico se manifiesta cuando jugar se torna una necesidad y se sitúa por encima de todo. Es un comportamiento des adaptativo, persistente y recurrente. En este punto ya es incontrolable la situación y se pierde el control del comportamiento convirtiendo el juego en una adicción. Esta condición conlleva graves consecuencias para el jugador y su entorno.
La ludopatía consiste en un trastorno en el que la persona se ve obligada, por una urgencia psicológicamente incontrolable, a jugar, de forma persistente y progresiva, afectando de forma negativa a la vida personal, familiar y vocacional.
Esta enfermedad se caracteriza fundamentalmente porque existe una dificultad para controlar los impulsos, y que en cierto sentido tiende a manifestarse en practicar, de manera compulsiva, uno o más juegos de azar. Puede afectar en la vida diaria de la persona que se ve afectada por esta adicción, de tal forma que la familia, la alimentación o incluso el sexo pasa a ser algo totalmente secundario. Por todo ello, no se debe de confundir la ludopatía con un vicio, ya que en estos casos nos encontramos ante una grave enfermedad crónica, una adicción.
Jugar responsablemente es también realizar esta práctica dentro de los parámetros de la ley y en los lugares habilitados por la autoridad de aplicación que autoriza a distintas empresas a desarrollar la oferta de juegos de azar ya sea en salas de bingo y casinos donde se puede jugar al bingo y participar de diferentes juegos de apuestas que se realizan en mesas de paño y/o electrónicas y tragamonedas; o a través de las agencias oficiales de loterías donde se pueden adquirir diferentes juegos de cartón o quiniela.
Jugar en salas de bingo y casinos o en agencias oficiales ofrece garantías en el cuidado de las personas como así también en el cobro de los premios en caso de obtener alguno de ellos. El juego oficial tributa al estado una cantidad significativa de dinero que se destina a diferentes actividades sociales, mientras que el juego clandestino causa un daño enorme a la sociedad ya que no hay control sobre esta actividad de ningún tipo; pueden participar en ella menores de edad, no se tributa al estado y el dinero recaudado se destina a incrementar los fondos y recursos de asociaciones ilícitas vinculadas al lavado de dinero y narcotráfico, entre otras. Realizar esta práctica fuera de salas de bingo, casinos o agencias de loterías oficiales habilitadas por sus respectivos entes reguladores es un acto de irresponsabilidad grave que conlleva un riesgo para la persona. La regulación de los juegos de azar en la Argentina es facultad de cada provincia y considera legales sólo aquellos juegos que estén admitidos por sus leyes. Es por esta razón que un juego podría ser legal en una provincia mientras que en otras podría ser considerado ilegal por no contar con un convenio de explotación entre ellas que habilite su comercialización en otras jurisdicciones.
Esto mismo sucede con el juego por internet. Ya hay provincias que cuentan con licencias para casas de apuestas y otras en las que ya se encuentran funcionando pero que aún no suscribieron convenios de explotación entre jurisdicciones.
Existe una tipología de juegos de azar que no presenta riesgo o que se mantiene en niveles moderados debido a que el plazo entre apuesta y resultado carece de inmediatez. Este tipo de juegos son denominados juegos pasivos o activos. El Juego Pasivo es aquel en donde el jugador no decide como en el caso de la compra de un cupón. El Juego Activo es aquel donde el grado de implicación es mayor como en el caso de una lotería en la que se eligen los números.
Los juegos de azar son juegos en los cuales las posibilidades de ganar o perder no dependen exclusivamente de la habilidad del jugador, sino que interviene también el azar. La mayoría de ellos son también juegos de apuestas, cuyos premios están determinados por la probabilidad estadística de acertar una combinación seleccionada o pre establecida; mientras menores sean las probabilidades de obtener la combinación correcta mayor es el premio. Existen juegos de azar donde la habilidad del jugador puede influir en el desarrollo del juego, como ocurre en los juegos de naipes como el póquer. No obstante el resultado del final del juego depende del azar y las cartas que le toquen a cada jugador.
Reconocer que tiene problemas con el juego y tener el deseo de abandonarlo y recuperarse es el primer paso para salir adelante. Póngase en contacto con especialistas en el tratamiento de la ludopatía y comience el camino de la recuperación inmediatamente.
Para mas información clikee aquí.
Todos los operadores de juego ofrecen el programa de autoexclusión el cual deberá solicitar de forma voluntaria, completar y entregar firmado en la sala que asista. De esta forma le podrán prohibir el ingreso a la misma.
Fundación WGM para la prevención de la ludopatía nace con el propósito de ayudar a promover el Juego Responsable. Somos una organización de carácter civil sin ánimo de lucro, la cual se rige por sus estatutos y por las disposiciones legales pertinentes y concordantes que sean aplicables a su condición de persona jurídica. Nuestros ejes para la gestión responsable de los juegos de azar son: prevención para proteger los intereses de participantes y grupos vulnerables; comunicación correcta y transparente para el acceso a la información y tratamiento; y capacitación de sus recursos humanos para la mejora continua y promoción del juego responsable.